Diario La Nación – Fecha : 01 de Diciembre de 1999
La conducción de la CTA pidió ayer al designado ministro de Trabajo y Empleo de la Alianza, Alberto Flamarique, un subsidio al desempleo no menor a 500 pesos, mientras el futuro titular de la cartera admitió que la visita constituía un «reconocimiento explícito» a esa institución gremial. A su vez, los representantes de la Confederación de Trabajadores Argentinos también reclamaron una audiencia con el futuro jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, quien tendrá a cargo el control del Presupuesto. Al término del cónclave de algo más de una hora y media, que concluyó a las 12.40, la conducción del gremialismo opositor reclamó también el cumplimiento de la jornada laboral de ocho horas, así como el desprocesamiento de 2.500 dirigentes de ese sector.
Tras los reclamos, el secretario general de la CTA, Víctor De Gennaro, expresó su «alegría» por el «reconocimiento explícito» realizado por Flamarique «de que hay dos centrales sindicales» en referencia a la CTA y la CGT. «Que el ministro haya venido a nuestro gremio, que ya supera los 700.000 afiliados, brinda la posibilidad de descutir otras cosas», añadió el secretario. En un breve contacto con la prensa, Flamarique admitió este reconocimiento a la CTA porque «representa una porción importante de los trabajadores».
No obstante, cuando se le consultó si el gobierno del presidente electo le otorgaría personería gremial a esa entidad -a pesar de la existencia de la CGT- Flamarique aclaró que «estamos reconociendo una realidad, no es más que eso».
El futuro titular de la cartera laboral, llegó a las 12 a la sede de la central opositora, ubicada en avenida Independencia y Piedras, y se reunió con los dirigentes de la mesa nacional que integran, además del mencionado, Víctor Mendivil, Edgardo De Petris, Juan Carlos Caamaño y Alberto Pichinini.
Puntos centrales
Haciendo un rápido resumen del encuentro, De Gennaro destacó que el «punto central» de la conversación con el designado ministro de Trabajo fue el pedido de la CTA de la implementación de un «subsidio de empleo de 500 pesos, formación para los jefes de familia», y precisó que también se planteó «la discusión de la reducción de la jornada laboral, que se cumplan las ocho horas, y una estrategia de cambio del modelo productivo».
El dirigente gremial comentó además que al futuro ministro le plantearon «abrir instancias al desprocesamiento de los 2.500 dirigentes hoy procesados, y que el (futuro) gobierno tiene que tomar una medida porque son luchadores sociales que han estado a la cabeza de los compañeros».
En este marco, el secretario rescató que del encuentro con Flamarique se pueda llegar a lograr un «compromiso de integrar una convocatoria permanente al diálogo» para el CTA.
En referencia a la posibilidad de ajuste, planteó que «nuestro límite es el trabajo» y aseguró que el ministro «nos expresó que el ajuste no debería comenzar por los trabajadores sino por los políticos».
No descartan despidos
Tampoco desestiman rebajas de sueldo
Al término del encuentro, Flamarique aseguró que no puede descartar que se produzcan nuevos despidos o rebajas de sueldo a partir del 10 de diciembre, cuando asuman las nuevas autoridades.
Sin embargo, el titular de la CTA, Víctor De Gennaro, aseguró que «le hemos planteado (a Flamarique) que nuestro límite es el trabajo. Nosotros no podemos admitir que se despida ningún compañero trabajador».
Al respecto, el futuro titular de la cartera laboral dijo que «eso es algo que no puedo descartar, todavía hay leyes que tratar» y sostuvo es un tema que «no puedo garantizarlo».
Consultado sobre si el futuro gobierno tiene previsto, dentro de las medidas a tomar, una rebaja en los sueldos, Flamarique respondió que «no lo puedo asegurar».
A su vez destacó que en la reunión con los sindicalistas «hemos repasado todos los temas; han expuesto todas las realidades de la mesa nacional de la CTA y nos llevamos una rica experiencia y su opinión».
En cuanto a las diferencias que encontró entre las posturas de los dirigentes de la CTA y los de la CGT, contestó que «nada importante en lo que difieren; tienen distintas visiones en algunos temas».